MOSQUERA, RICARDO
¿POR QUÉ NOS VAMOS

¿Por qué nos vamos a volver por los caminos
polvorientos?
¿Por qué vamos a llevarnos de vuelta el oro y las
especias?
Diga señor ¿Vd. es el padre? Reciba el oro le servirá
para educarlo
hasta podría poner una carpintería mecánica.
No rechace nuestro oro es el oro de los dioses. El
Oro igual al Sol. Aquí el oro se convierte de nuevo
en el nuevo inicial
Un huevo de Oro. Si no pregúntele al Señor
Melquisedec. Este muchachito lo conoce.

A LA PALOMA

La eternidad preside tu figura
ingrávida paloma
y tu pasaje vesperal augura
la primavera que en tu pecho asoma.
El tiempo gime entre tus alas preso,
dulcísima paloma
por la desnuda plenitud del beso
que en aire mar y flor su paso doma.
Y abre tu signo la estación del celo,
amorosa paloma
con la perfecta forma de tu vuelo
que al cielo mide y a la tierra aploma,
ingrávida, dulcísima y amorosa paloma.

CIFRA

Luciente pescador ata la red
que pesan ya los afiliados peces
fugitivos brillantes y rendidos
bajo la astucia de tu firme mano.
Deja caer el agua de su piel
y el húmedo solaz que te prometen
prepara bajo el sol de los racimos
su blanca pulpa fieles adornando.
Podrás así por fin reconocer
la clara imagen que te está mirando
y la pasión que vivific`al árbol
y hace a l`abeja genereso en miel.
La mineral figura qu�estremece
el seno calcinado y escondido
fraguándose bajo el oculto rito
y dejando su rastro para siempre.
Tal es la forma justa del milagro
que explica la razón de toda sed
en la tierra en el agua y la mujer
abiertas siempre al masculino paso.
Y el caudaloso impulso que es el mismo
que las corolas doma y enternece
y funde la dureza de la nieve
bajo la tibia savia de su vino,
asegurando la virtud del pámpano
pentágono seguro del racimo,
midiendo los latidos de las sienes
y desterrando toda sombra cruel.
Sobre esta soledad asegurando
el misterioso fraternal concilio
y la antigua función por donde accede
en amorosos círculos la ley.
Y esta es la oscura cifra que te he dado
Pescador en el vino y en el pez.

CUANDO LOS CHICOS NO TIENEN JUGUETES

Cuando los chicos no tienen juguetes en sus zapatos
es como si degollaran un inocente.

DE EJERCICIO

A LEOPOLDO LUGONES

Tu muerte fue trágica como todas las muertes
pero por tuya la viví como tragedia.
Hay muertes cotidianas que solo arrancan el sombrero
y nos llevan a velorios llenos de viejas.

Esta tarde lo dijeron.
Multiplicada la voz por altoparlantes indiferentes,
que lo mismo anuncian jabones que hablan de la muerte.
Tu Muerte. Sagrada y Consagrada
donde hasta el gesto cansado del suicidio
levanta su miseria construyendo la nada.

¿Qué como hubiera sido sino?
Amigo de la lucha, enamorado de la guerra
no eras pasto de sábanas y enfrascados remedios
necesitabas batallas y cantares de gesta.
Tú podías caer frente a un florete
peleando por pañuelos arrojados adrede
o sobre el campo criollo del zorzal y el malambo
partida la guitarra y el facón empuñado
en la misión que lleva a los mares lejanos,
en la nave corsaria o en el claustro cerrado.

Tu historia contarían los viejos a los niños,
entre la voz del leño que comienza a ser fuego.
Lugones se diría con cierto acento épico.

DE PRONTO LOS REYES MOSTRARÁN SUS MANTOS

De pronto los Reyes mostrarán sus mantos de
Esmeralda
mostrarán su rostro porque son tres y el rostro es uno
como un diamante de caras infinitas
Todo será diamante, el diamante blanco, el
diamante negro, el diamante rojo
Todo es el diamante de una sola Luz.

DE TODAS ESTAS COSAS NINGUNA HA SUCEDIDO

De todas estas cosas ninguna ha sucedido.
Los laureles se hicieron sauzal y agua de río,
Troya alzó como muros los pilotes isleños
y la viril espada del paladín heleno
fue tan solo una copa de tóxico casero.

DICEN QUE LA SEÑORA DE HERODES

Dicen que la señora de Herodes invitó a los Tres Reyes
a un cocktail partu
pero ellos no fueron. Los cocktails en lo del señor
Herodes tienen raras consecuencias
la familia Herodes sirve a veces cada cosa…

EL NOMBRE

Escucha el nombre que no tiene nada
más que esa cifra siempre repetida
y entre todas las cosas se señala.

Escucha el nombre y calla enamorada,
que el nombre siempre permanece oculto
a quien lo busca con razón cerrada.

1935 DE EJERCICIO

EL PRISMA VACÍO

I

También la vida alcanzará mi muerte
Poblada allí la veo como un prisma infinito vacío
transparente,
de tan vacío, tan infinito tan transparente
sus límites no están y sin embargo
el prisma es forma que sin cesar se agrega
y entre espejos caleidoscopio tiene.

Mi llanto está y la sonrisa y todo
no están ni separados ni confundidos ni juntos
simplemente allí están veo mi mirada
y mi rostro y el rostro y la mirada
que todo forman entre el cristal lágrima
símbolo de sí mismo sol y viento.

Si me descalzo el suelo se incorpora
si me desnudo el viento se detiene
si hacia la hondura lentamente miro
la hondura veo y mi fugaz pupila

y las huidizas permanentes formas
el tiempo que no cesa y está quieto
en el no tiempo ardo eternidad fluyente
brillante ciego de innumerables ojos.

EL PRISMA VACÍO

II

Mientras que yo me muero se despliegan
las corolas del aire estremecidas
hay un canto de pájaros amigos
un silbido un jadeo el giro rápido.
Miro nacer desde mi muerte honda
la raíz de la vida que perdura

no es que la vida vuelva, no es que dure
es simplemente estar así en la vida.
Si quiero entristecerme la tristeza
me roe hasta lo hondo de la entraña
y en el roer encuentro mi alegría
como un dulce color que me restaña
la pena de la herida iluminada.

Siento que todo es todo y diferente
que un solo impulso abraza los contrarios
el viento mueve el viento y todo es viento
aire sutil espíritu alumbrado.

No puedo ya morir aunque me muera
miro mi muerte pero estoy mirando

y es la nada un ardiente arbusto en llamas
solo una llama un corazón quemante
pleno y vacío no comprendo y miro
y se al mirar como en la muerte vivo.

III

Ya está la oscura luz que te destroza
en estrellas violentas el misterio
y el canto multiplica entre los pájaros
lengua secreta de ángeles livianos.
Hay un cristal que es todos los cristales
hay una forma que no tiene forma
porque todas las formas aprisiona
en un vuelo una danza un estallido
de luz de trueno de rugiente sangre
parida de livianos estertores de amor
de gloria de pasión de risa
en la imagen total resucitada.
El cuerpo con su cuerpo con sus pelos
la canción con sus voces sus palabras
el ruido con sus ruidos el sonido
las cataratas con sus gotas todas
contadas una a una sin misterio
como ovejas de un sueño que se sueña
por alguien que a su vez sueña dormido
qu�está despierto y silencioso vive
de la voz de los pájaros que cantan.
Si miro ya la muerte la distingo
como un coro de vuelo como un canto
y está todo presente todo junto
en un tiempo que todo lo acontece.
Miro el silencio miro miro y miro
y oigo y percibo todo el olor de todos los instantes
todo el tacto de todo me rodea toso el gusto
la sal la sal que su sabor no pierde
todo se une en un instante único.

De Iluminación del Jardinero.

EN LA MUERTE DE
FEDERICO GARCIA LORCA

Yo no podré decirte que no has muerto
ni que vives en el recuerdo
ni que tus obras harán tu nombre eterno
ni hablaré por imágenes prestadas
y no tendré tampoco voz gitana
para llorar tu muerte desdichada

será tan solo llanto, amargo llanto,
señal de cruz con doloridas manos
sobre el yacente cuerpo destrozado.

1936

ESPEJO AUTOMÁTICO

I El grito está sobre la luna
una sórdida canción que brilla bajo las escamas
del antiguo monstruo informe la serpiente antigua
el monstruo del mar.
el luminoso rutilante oscuro opaco monstruo
las alas de un pájaro destellan ojos embebidos en llanto
el muro de Jericó se quiebra con cánticos alados
Oh silencioso mugidor de tempestades sin cuento
Ícaro perdido de brazos destrozados
comedor de los brazos de la Venus de Milo…
devorador de sombras misterioso asesino serpiente original
pájaro de fuego.

ESPEJO AUTOMÁTICO

II Padre de los espejos paralelos
hijo del penetrante rayo que descubre
espacios temporales desconocidos resplandores en tubos
inacabables solitario
Hay una catarata de sangre marcial de glóbulos rojizos
y apeñuscándose
en la palpitante nada de tus formas silenciosas.
Un escuadrón de seres que pugnan por aparecer
niños para limbos simientes desperdiciadas
futuros traspasados uno es igual al otro todo vuelve y
se va todo se queda
en la corriente inmóvil detenida en el polígono
extravertido en la superficie deslizante en la dirección
extática y sangrienta.
Mira abre el ojo innumerable, el ojo hecho de yermas
de dedos pulgares de orejas de lenguas desgarradas
de palpitantes fosas nasales
Abre tu ojo sin párpados. Ojo de pez insomne y
mucilaginoso
Serpiente marina sin cuernos
Arrancada cola de lagartija reconstituyéndose
Cielo mar entreverado y palpitante

ESPEJO AUTOMÁTICO

III Arrancarán una a una las arterias bajo tus axilas
abrirán los canales de los nervios sorberán el fluido
oculto y sin nombre que se desliza entre las ruedas
septenarias
convertirán cada uno de los pelos de tu cuerpo en una
espada lacerante
volverán a repetir toda su historia pero desde el revés
de adentro para afuera
y te darán vuelta como un guante cansado como una
alcantarilla sucia llena de desechos y cantando con
voz de estrellas mudas.
Nadie te verá morir ni nadie te verá nacer el reloj del
tiempo marcará doce por treinta y seis a una potencia
ene y todos los ángeles se unirán como paralelas
en el infinito
Tú tienes el corazón sangrante pero la sangre no es
más que una montaña de corazones y los corazones
montañas de sangre y la sangre una forma
sangrienta
Como se llamarán los nombres de los seres que no son
bajo tu ser extático perdido en la fuerza de su
movimiento inconfesable.

ESPEJO AUTOMÁTICO

IV Arena del mar deshecho miriápodo sin paz luz en la
caverna de un pólipo desnudo sin caparazón propia
calcinado
abre tu vuelo y mira el vacío la oscura resonancia donde
los colores cantan bramidos de quimera parturienta
quién fecundó al monstruo y será híbrida su raza
nacerán belerofontes del incesto monstruos impávidos
la sangre es el semen perdido, el semen es la sangre
destilada
Mira los cascos del caballo marcar los caminos de la
Vía Láctea.

ESPEJO AUTOMÁTICO

VI ..Había una vez una doncella con corazones de hojalata
había una vez una doncella con cara de perro
había una vez una doncella con dientes de espadaña
había una vez una doncella con los cabellos tan largos
como una rama de oro que se retuerce entre las
encinas de un druida solitario y enciende una llama
en la punta de las pestañas y los pelos del pubis.
Pobre la doncella solitaria
Un ojo juega con el otro. Si tu ojo mira lo que no debe
ver arráncalo
Si un ojo te queda arráncalo.
Abre un agujero en el medio de tu fuente y adórnalo
con plomo derretido
El oscuro plomo de Saturno
Cuando no tengas ojos en cada yema de tus dedos nacerán
ojos cuadrangulares
Nacerán ojos polivalentes los ojos de las moscas
y te mirarán como argos miraba sin pausa sin sueño sin
esperanza abiertos ojos vigilantes de la doncella
insomne y desvaída en cuya nariz florecen los liros
violáceos y violados amarillos moribundos en el
otoño sin color de una caída temporal regocijada
El Dalai Lama contará su secreto. No hay nada. Más allá
está el espejo que repite tu figura y los espejos
paralelos te reconocen entre la sombra iluminada.

ESPEJO AUTOMÁTICO

V Cuando dos por dos no es igual a cuatro ni es igual
a sí mismo
cuando todo el ser es el no ser de modo diferente
y por la ventana del tiempo se deshacen los gladiolos
tráqueas del silencio
un oscuro corazón bate latiendo las hojas de oro láminas
de un dios informe giroscopio en las montañas
transparentes
El martillo golpea sobre sus manos
la sangre cristal de sputnik es disparada entre los
senderos
cayendo sobre las nubes abiertas para ser fecundadas por
las estrellas fugaces
Pero las estrellas no fugan son parte de una lágrima de
una gota de sangre de una espina desgarrada de un
párpado sin pestañas una pestaña desprendida
trazando en el pizarrón polidimensional las figuras
innominables
Voltea mi cuerpo voltea mi corazón nada queda nada
¿Por qué estoy yo si el yo no existe? Más allá se diluyen
los peces ya no existe mi forma ni mi cuerpo ni el
cuerpo multiforme que permanece con todas las
formas posibles
en la vejez y la mañana en la niñez y en el abrazo en
el círculo el cuadrado el prisma el no prisma el
cono desenrollado de cinta en forma de infinito
signo de ocho desapareciendo las superficies y los
puntos y las líneas arquetipos de la nada
Penetra el cielo desdoblado la soledad poblada donde
un pájaro se despoja de las lenguas cercenadas y
vuela su dimensión interior deja todo en silencio
escucharás el gotear de los oídos arrancados
escucharás al oído es lo único que escuchas cuando no
haya oído seguirás escuchando el sonido de su nada
la nota negativa que se dispersa en el vacío
Canta.

HAY UN REY QUE SE LLAMA ZORBA

Hay un Rey que se llama Zorba y que baila en las islas
con los marineros y hay otro rey que viene desde la
meseta de Fuego.

ILUMINACIÓN DEL JARDINERO

I

La soledad se quiebra sobre el cilicio.
En esta dulce herida encontraré tu costado sangrante
y sobre la unidad de las llagas estallará el diálogo.
¡Oh mi Señor! ¿Por qué estoy tan lejos de tu cuerpo y
de tu sangre?
Para reconquistar el mundo es necesario reconocer el
mundo
y quebrar la soledad de los infinitos universos separados.
Cuando descubras que el Universo es uno y que tu
mismo eres todo
pero sin arbitraria razón sin ilusión como un ser de
realidad deslumbradora
renacerá el misterio de la luz con la sonrisa de los ángeles

II

Todo sobre la tierra renacerá porque es la tierra y el
soplo unificados
el resplandor nacido de la tierra reflejo de sí misma
sobre los ojos reflejados
y la luz se hará música la música color el color forma.
Todo es lo mismo.
Deslizamiento de sol color de luz forma de música
silenciosa
alud de mundos en un solo mundo recobrado
en el diálogo múltiple y generoso la eterna conversación
de los humanos.

* Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1918.

JUAN CLAMÓ EN EL DESIERTO

Juan clamó en el desierto. Era áspero y motoso. Yo he
visto a Juan con su pelo enmarañado
Yo vi a Juan cubierto de cenizas ayunando
Yo vi a Juan al borde del río sagrado mientras todos
se bañaban
Yo vi a Juan.

LA DUODÉCIMA NOCHE

Hasta que el chico se manifieste tienen que trascurrir
doce noches
son las noches de la desesperación son la amenaza de
la Muerte son la privación de la Luz.
Cuando la noche llega a su fin flaquea la Esperanza
Cuando termina la noche no llega el día
La luz que abre el horizonte es roja como la sangre
una inmensa ola de sangre anegará al Lucero.
Una oscura sangre, la negra sangre que del fondo del
infierno surge
El Sol ensangrentado también. La noche toca a su fin
y hay que revestir las armas de la luz
La Espada de la Luz, la Lanza de la Luz, el Rayo
Láser de la Luz, la Bazuka de la Luz, las Itacas
de la Luz, la Luz de la Bomba de Hidrógeno,
Luz de Hiroshima, Luz de Nagasaki
Fuerza del Sol lanzada contra el Sol Naciente.
La blasfemia todavía resuena en mis oídos.
Fue como si el tiempo se partiera. Sentí la grieta entre
los eones
y un infierno de Tinieblas en medio de mi desesperación.
La Noche de San Silvestre alcancé a distinguir las
figuras del horror
los rostros de la Gorgona revelaron su oscura cabeza
serpentina
Recuerdo la espantosa lengua mientras todo se
transfiguraba
Recuerdo el vacío de la visión y me llamé a mí mismo
Hijo de la Serpiente

***

Ya nada será igual es como si hubiera muerto y renacido
a la dura piedra
como si el amor para siempre hubiera terminado
como si la soledad me envolviera y me desnudara
como si una placenta inmensa con alas de murciélago
volara sobre los techos
Y nada ya será igual. Nada ya.
El granito es más blando que mi corazón. Nada podrá
comparársele
El corazón del hielo será como una zarza ardiente frente
a mi corazón helado
una fuerza me impulsa la mirada traspasa el infinito
mi rayo láser de mi ojo oscuro es el asesino del Lucero
soy un anzuelo lanzado para engañar al sol
sanguinolento.

LA MUERTE DEL CENTAURO

Mientras suben las aguas escucha mi canción.
He galopado el largo recinto de mis días
y pulido los cascos en ásperos guijarros.

Cuando el sol alumbra las profundas cavernas
iba con mis hermanos a buscar el sendero
que ciñe las montañas y el canto nos alarga.

Hijo de un prohibido amor mi amor era estéril
y no encontraba pasión en las mujeres ni en las bestias,
oscuros impulsos me arrojaban al círculo.

Y al fin de la jornada mis pasos dibujaban
un cerrado camino bajo el sangriento sol
y mi voz golpeaba la oquedad del eco.

Estéril voz sin esperanza y sin anhelo,
prisionera del infierno sin promesas
muerta bajo los prados maldecidos.

Al fin podré descansarla en el agua
y convertirme en luciente hipocampo
recomenzando la libertad marina.

LA MUERTE DEL CENTAURO

V

El sol está naciendo de la muerte.
Las palabras oscuras se deshacen
y los límites rompen sus contornos.

Astros esferas labios ríos gastados
extrañas casas raros dromedarios
y ángeles pálidos de perfecta risa
-se confunden en claro remolino-
entre tanto dolor y tanto llanto.

LA MUERTE DEL CENTAURO

VI

No puedo detener el río que fluye
ni fijar algún término al espanto
las manos se me crispan en el aire
que ya comienza a convertirse en llanto

Es el agua que clama y que humedece
las raíces del mundo estremecido
todo quiere volver al amplio lecho
que está nutriendo el lamentable río

Y duele el corazón de los caminos
y caen las aguas sobre los sembrados
y la sangre es de agua
y los terrones
el fuego
el aire líquido.
OH TLALOK DIOS MARINO
Ten piedad de nosotros
NO NOS PIERDAS

LA PRIMERA PEREZOSA

X Dicen que hay cuatro estaciones. ¿Cómo cuentan las
estaciones?
¿Por qué cuatro y no dieciséis? ¿Por qué cuatro y no dos?
Si cuentas la división de cada minuto y de cada segundo
y de cada espacio temporal entre cada segundo las
estaciones son infinitas.
Larga es cada una de las estaciones infinitas.

LA PRIMERA PEREZOSA

I En el pote de barro trabajado con la punta de tus
pestañas, oh dulce cortesana del cutis color de
almendra el agua ha comenzado lentamente,
lentamente como la primavera, como tu amor, el canto
hirviente. Escúchala. No hay poema más delicioso.

LA PRIMERA PEREZOSA

II Esta Primavera es como un invierno próximo al Ecuador.
¿Conoces el Ecuador? Es el círculo que deja la
sombra de las estrellas cuando se levanta el día.

LA PRIMERA PEREZOSA

III No esperes no, que broten los bambúes ni que la
Primavera estalle como un retoño a la pálida luz
que inicia el amanecer. El canto del pájaro desconocido
ha comenzado también lentamente.
Anoche la luna lucía un vago círculo de nubes
rodeándola.

LA PRIMERA PEREZOSA

IV Cuando salga el sol se romperán todas las superficies
y no tendrás más que formas desnudas como copas
vacías. ¿No podrías detener la caída de la hoja en
el otoño próximo o hacer nacer despacio
muy despacio el brote en la rama verde?
Una línea rosada que te mira en la palidez de la mañana
húmeda.

LA PRIMERA PEREZOSA

V Hice polvo con las alas de la mariposa que jugaba en el
árbol del lichi. Mezclé ese polvo en el mortero de
jade con la sombra de una esmeralda.
No abras tus ojos, mientras la Primavera no llega no
puede irse.

LA PRIMERA PEREZOSA

VI El rocío se convirtió en el halo de la luna.
Nunca estés triste la luna varía como mi corazón,
¿Pero no crees que es hermoso un corazón variable?

LA PRIMERA PEREZOSA

IX Muchos sabios dicen que una cosa es o no es, que nada
puede subsistir con su contradicción interna.
No creo en esos sabios, nunca han visto la sombra de
un lirio ni han sentido el amor como una huella
vacía como una forma hueca entre las adormideras.

LA PRIMERA PEREZOSA

XI En el amanecer aparecen todos los colores.
Los colores no son siete, son setenta, son setenta veces
siete mil colores.
No tengo palabras para nombrarlos a todos.
Los miro.
Y la primavera se delata.

LA PRIMERA PEREZOSA

XII Si quisieras beber el agua del arroyo podrías beber cada
una de sus gotas.
Estarías bebiendo eternamente antes que el agua se
agotara.
Todo el arroyo está en una gota. Todas las gotas son
iguales al arroyo.
La Primavera se detiene entre dos gotas que corren
desde la vertiente.

LA PRIMERA PEREZOSA

XIII Esperar la Primavera para alegrar tu corazón.
¿Por qué no lo alegras desde ahora?
El reflejo de un vilano sobre el agua traza un círculo
perfecto.

LA PRIMERA PEREZOSA

XIV Mira la luz entre la nervadura de la hoja.
Escucha como cantan sus panales
mientras llega la Primavera danza tus ojos sobre los
arroyos
y lava tus pupilas con la luz reflejada desde el
amanecer indeciso.

LA PRIMERA PEREZOSA

XV Sirve el té vertiéndolo suavemente desde lo alto.
Te mostrará cómo canta el oro cuando conserva todo
el secreto de la Primera perezosa.

1964

LA PRIMERA PEREZOSA

VIII Cuando llegue la Primavera comenzaré a despertarme.
Las flores de durazno florecen y anuncian su carne
olorosa.
Ya no hay invierno pero la Primavera se detiene.
¿Cómo puede llamarse este tiempo en que el invierno
no está y la Primavera aún no ha venido?

LA PRIMERA PEREZOSA

VII Mientras rueda el guijarro sobre la tierra negra del
jardín de cerezos escucho tu voz pero no comprendo
tu idioma.
Es lento y suave como el susurro del trigo al terminar
el verano.
¿Pero cómo podría entenderlo en esta lentitud donde se
pierde el perfume de las rosas?

LA ROTONDA CATONGA LA VIEJA MONDONGA

La rotonda Catonga la vieja Mondonga
cantaba el rey Negro su noche de Conga
Va San Baltasar con la Congragación
por Piedad se salen no tendrá Piedad
La Reina del Congo me manda llamar
¿Qué querrá conmigo su Sacra Maestá?

LOS CHICOS QUE LLORARON

Los chicos que lloraron en Belén arrancados a los brazos
de tus madres
multiplicarán sus voces mientras te vean montado el
asno que te daba abrigo
el asno que te dio abrigo o su mujer. Es lo mismo. O
el hijo del asno.
Siempre se monta lo que uno quiere. Siempre se
esclaviza lo que nos ama.
Los chicos de Jerusalén te alabarán como los reyes
porque vas camino del Patíbulo
Y las piedras no clamarán porque los niños asesinados
ya han clamado.

LOS TRES REYES

Los Tres Reyes no dudaban. Habían visto tu estrella
y venían a adorarte.
Ellos sabían que un Salvador había nacido.
Cumplieron como pudieron, los pobres.
Cuesta salvar. Cuesta salvarse.
Voz que clama en el Desierto. Pronto clamará tu lengua
sola
¿Eres tú el que debe venir o debo esperar a otro?
Los Tres Reyes no tenían fe. Sabían astrología. Eran
sabios bañados y ricos.
Tenían bibliotecas llenas de horóscopos y sonreían
discutiendo si tú eras de Escorpio, de Sagitario,
de Capricornio o de Acuario.

MANIFIÉSTATE SOL QUE LLEGAN

Manifiéstate Sol que llegan los Tres Reyes
el oro es para tentarte, el incienso para adularte,
la mirra para sepultarte
Renuncia al oro al incienso y a la mirra
Son los idiotas los que dijeron a Herodes que tú habías
nacido
por tu culpa asesinaron a todos tus hermanos
Tú te salvarás. Serás salvado y muerto. Irás a las
tinieblas al país de la sombra
Vienen para descubrirse y quieren llevarte al palacio
triple
Tú eres el rey del Mundo pero tu reino no es de este
mundo
Quédate en el mundo la Cruz es la madre de la Rosa
de los Vientos
Medirás el Cielo y Medirás la Tierra
tu sangre se unirá a la roja sangre de la aurora

NO PUEDO DESATARTE EL ZAPATO

No puedo desatarte el zapato porque no tenés zapatos
No sé si sos el que va a venir. Soy el Lucero del Alba
Vos sos el Sol. Naciste el día del Sol
Es necesario que el lucero muera para que el Sol se alce
pero voy a morir en la duda, sin consolación, sin
esperanza.
Una chica va a besar mi boca sangrienta. Una chica
va a acariciar mi cabeza hirsuta
Ya me van a peinar en los altares. Ya me van a
perfumar como a las putas.

OH SEÑOR SAN JUAN

Oh Señor San Juan ¿Jugamos a la cedulitas?

POEMA DE LA PARTIDA

Catalina del nombre sin riberas
dispersa soledad transfigurada
que tu palabra de retorno tenga
la obligación precisa de una cláusula.

Sobre el mar estarás en lejanía
inasible y presente, siempre sola,
el mar y tú y tu nombre Catalina
fijándose en la línea de la borda.

Que tú naciste para la partida,
te vi en el puente, como el horizonte
bajo la niebla solitaria
Amiga
contigo se partía mi alegría
mientras ibas vecina de la noche
por el camino de la despedida.

1938

POR EL VALLE VINIERON LOS REYES

Por el Valle vinieron los Reyes
usaban camellos y un viejo Mercedes
el Angel les dijo vuélvanse señores
ni se les ocurra ir por lo de Herodes.

Las Nubes estallaban entre los farallones
la Estrella había desaparecido todo era la noche el
Lucero del Alba había muerto

Un gran Terremoto estremeció el espinazo de la Tierra
la Gran Tortuga se movió. Las tinieblas cubrieron
el Cielo.
Hay que bajar a lo más profundo de las Tinieblas. Hay
que rescatar las almas de los Muertos

Quien no baja hasta el fin de Xibalbá no podrá
resucitar. También el Infierno es divino.
La sangre cae pesada. La tiniebla es roja y los cirios se
han apagado uno a uno.

La Voz que clamaba en el desierto se levanta ahora
cuando el Sol muere vuelve el Lucero
Anuncia la noche. La noche de la transformación y del
milagro.

Voz que clama en el Desierto
Voz que clama en la Soledad
Voz que clama en la Noche

Eli Eli Lama sabactani
¿Por qué? ¿Por qué me has desamparado?
Es la hora del Príncipe de este mundo
Es la hora del trigo de las Bestias

Día de Reyes 1977

3� Parte del Tríptico de Adviento.
De San La Muerte

POR HABER RECHAZADO EL ORO HAS REDIMIDO EL ORO

Por haber rechazado el oro has redimido el oro
por haber rechazado el incienso llevas el incienso al cielo
por haber rechazado la mirra has iluminado la muerte.

PREVALECERAN LAS AGUAS

I

Ardiente suelo, monte estremecido
duro horizonte desgajadas ramas
muros helados estériles caminos

Cerrad el paso de los claros días
y quebrad las sombrías azucenas
en la ferviente oscuridad marchita

¿Qué amarga soledad une las horas?
¿Qué corazón desnudo se despeña?
¿Qué ojos gastados la quietú interrogan?

Se alzan las manos descarnadas frías
rompiendo el trigo seco se deshacen
en arenosa harina las espigas

Los labios se contraen sin esperanza
oprimen lentos aires calcinados
por la implacable luz de la mañana

Cruzan enjuntas procesiones curvas
con los ásperos rostros destrozados
y las plantas cansadas e inseguras

Se caen los senos agotados muertos
el sexo cae se doblan las cinturas
las rodillas se rompen sin objeto

Y hay un vuelo de pájaros antiguos
de oscura sombra en las terribles calles
y de nidos vacíos y apartados.

Es ya la muerte pero nadie sabe
porque todo en la tarde está cambiando.

PREVALECERAN LAS AGUAS

IV

¡Ay qué oscuro silencio! ¡Qué voces repetidas!
Ahora las palabras no significan nada
Permanecen los días sobre las orillas deshechas
la tarde —se sumerge- en mesetas estériles

Avanzan escuadrones de pájaros marchitos
y la ceniza crea flores sin esperanza,
el ciclo besa el aire impávido y helado
el viento se detiene sin cesar de acabarse.

No hay para mí descanso, el mundo resplandece
como un disco de oro perfecto e inmutable
pero se alarga el paso de los ritmos aciagos

Entre las hecatombes que la sangre señala
entre soles cansados e incandescentes polos
el tiempo sólo aguarda su nombre inmarcesible.

PREVALECERAN LAS AGUAS

VII

Alfareros del mundo arcángeles serenos
si vuestro Amor recoge la palabra perdida
y repite la aurora en los tiempos cumplidos

Si vuestro vuelo mide la sombra del Cordero
si vuestro paso marca las huellas de su paso
y levanta la forma de su pecho ultrajado,

las ánforas del aire guardarán vuestro aliento
en vuestras manos claras se domará la arcilla
y se alzará la copa llena de vino nuevo.

Marchitará la rosa el viento helado todo lo mudará la
edad ligera para no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso. Soneto XXII

Todo verdor perece, todo fulgor se apaga,
corren oscuros ríos sobre estériles cauces
y germinan heladas flores en las montañas

La Muerte se parece a una niña impasible
que juega con los peces del transparente lago
y que templa sus manos en la pálida escarcha.

Amarillas guirnaldas la ciñen en los páramos,
el frío la penetra pero ella no lo sabe
y sus carnes relucen claras como cristales

Un muerto sol la alumbra en un cielo inmutable
mientras gira una rueda de estático diamante
y canta un estribillo que no repite nadie.

QUÉ SABIOS ERAN LOS REYES

Qué sabios eran los reyes. Cómo transmitieron la
sabiduría antigua.

SAMSARA

Vuelve ya, vuelve ya. Es la primera o la última vez que
aquí regresas
Nada puedo decir, ya nada se ni nunca supe lo que
cuenta es la presencia
la insólita presencia acostumbrada la comunión eterna
donde yace
un solo corazón la voluntad el miedo ya nada es separado
no hay división y nada es uno.
Dame el silencio de tu voz quebrada el secreto del sol
el resplandor
nada puedo decir ni escucho nada lengua ni oído todo
está deshecho y espera
Vuelve otra vez que la anterior la misma forma
polivalente brazo múltiple
reflejo en cristal infinito que se quiebra y reconoce la
luz que es sombra y el color oscuro.
Cuando se acerque el tiempo a su morada cuando estalle
la estrella azul de la mañana
y canten los arcángeles un coro mudo un monólogo
innumerables vestidos de esmeralda y diamante en
el frío color que los derrama
Si mi voz ya no tiene inteligencia ni el secreto se nombra
ni la tarde recoge su plegaria
yo se que estás allí bastión de luz amor del solitario.

SINFONÍA TONTA

II Sobre la Tierra redimida un hombre sueña,
en su cruz, acostado en el primitivo barro
otra vez animado por el soplo divino.
Lejana está la sombra del diluvio
y los días del primer pecado están lejanos,
el temor del hombre desnudo y la huida de Caín
por las maldecidas rutas de la desesperanza.
El polvo fecundó bajo el llanto de Dios
que alumbra el arco misericordioso
y la paloma traza el camino del olivo.
Y en estas bodas de la tierra y el cielo
el agua se convierte en vino.

SINFONÍA TONTA

I En verdes prados, en pobladas frondas
la urgente fuerza de la tierra canta.
De oscuras soledades transformando
para guardar el paso de los días
seguro el césped agrio se dispone
y en lucientes corolas se decora.
De l`antigua prisión las aguas fuertes
arrancan el torrente d`esmeralda
y se apresuran en alegres cánticos.
Risueños ecos que la tierra acuna
por sus preciosos cauces dibujados
forman sonrientes rostros desde lejos
y aclaran sus colores al crepúsculo.
Cruzan el aire pájaros amigos
con justo vuelo entre los finos árboles
y entusiasmada algarabía en su pico
mientras el seno nutritivo crece
y en sabrosos cereales se dilata.

SINFONÍA TONTA

IV El patriarca yace borracho
y la vid rezuma sus manos
coronado de verdes pámpanos
bajo sus pies florece el barro.
La sangre gloriosa circula
enardeciendo su cintura
y se despliega en las profundas
regiones qu` el amor impulsan.
Pronunciando oscuras palabras
que violentan a la mañana
jugoso delirio desata
la catarata de sus aguas.
Las barbas se alumbran de vino
y el horizonte de racimos.

TODO SE HA CONFUNDIDO

Todo se ha confundido, el sueño y el destino.
Solo está allí el silencio de la espantada luna
y tu muerte, la tuya.