SUÁREZ, MARÍA DEL CARMEN
AGUAS REVUELTAS
La poesía despliega sus alas
quema sus naves
en la rutilante pradera del corazón.
Un signo ardiente en la garganta
del vagabundo perdido en una llama de sueños.
Se extingue un mundo en la pupila de los amantes
otro se avecina
poblado de riesgo
temblores
cercando este final.
AGUAS TURBULENTAS
Nado en mis aguas turbulentas
el púrpura detiene los filamentos dorados
emerge de las entrañas
el recorrido de mi sangre
es un viaje de intensidades
las aguas sexuales
emiten cánticos antiguos
el cuerpo espera el ciclo
de los ríos impetuosos.
Los líquidos han sido el primer refugio
de esa cueva milagrosa
donde fui creada.
Los vendavales arrastran vértigos
hacia el mar del espíritu
todo es agua
movimiento fugaz secretísimo riachuelo
de enigmas y plegarias.
Nado con fervor
respirando agitada
en la límpida luz
de las lagunas primordiales
vuelvo hacia un pasado de lluvia
flotando suavemente.
Todo comienza a florecer.
Inéditos
ANCESTROS
Varias mujeres habitan en mí
algunas poseedoras de enigmáticos destellos
otras circundando la noche con su canto
muchas fradando la luz hasta cegarse
para regar con su agua las rutas del recuerdo
amando a pesar de los torbellinos del desencuentro
insólitas en su disposición para la acechanza
animales ardientes que se niegan a apagar su cuerpo
animales que odian la debilidad y el fracaso
sangre de mujeres hermosas
y contrariadas
por los sucesos de un mundo agorero
arriesgadas hembras que el desaliento no contamina
terribles en su fuerza y desencanto
siniestras cuando el sueño no encuentra su cauce
destellando en las tinieblas como faunos salvajes
que ruedan por los campos de aldeas impenetrables
con ancestros que guardan amuletos brillantes
colores en sus ropas y cavernas donde matan toda aventura
que no contenga el riesgo de sobrevivir a la sed y a la muerte
palabras
palabras vanas para anunciarlas
como vanas las corridas por los bosques de su piel
si no hay un pasajero que indague los secretos de toda despedida
de toda muerte y vaticinio
esas mujeres jamás encontraron un habitante
que someta los planetas a su designio
mujeres solas cumpliendo un rito antiguo
el del árbol que surge en el bosque solitario
y los incendios no logran detener su raíz.
ARIDEZ
Resistiremos
hasta agotar el cielo de la tempestad
en nuestros corazones.
Dueños de una piedra
el ruiseñor
y la madera labrada
en el ocaso de la selva.
Certeza de la piel
de historias en la cañada y la ribera en la turbia languidez del vino
y la maleza ardiendo en los campos.
Un orden invisible teje la trama
nos cura de torbellinos de locura
nos guía al punto original.
CANAL DE FUEGO
En la oscuridad más profunda
percibo la luz
dentro de mí un canal de fuego
una ráfaga de vientos.
Rastro de aquellos que fui
señal antigua y poderosa
negro sortilegio
deslumbramiento fugaz.
Aparecen alas
en torbellino oscuro surgen señales de planicies
y volcanes.
Pájaros de oro en lucha
por el territorio celeste.
Un instante condensa el universo.
CONDICIÓN NATURAL
Para acceder a su sabiduría
crucé las fronteras
de su mano entré al reino de la tierra
la piedra frotada
fue el comienzo de nuestro fuego.
CUERPO IMAGINARIO
Pues yo fui, durante un tiempo, muchacho y
doncella, árbol y pájaro y pez mudo en el mar.
Empédocles
Alguna vez tuve el poder
de un muchacho sofocado
por los ojos de una doncella
retuve el aliento
para sacar un pez del mar
y dirigir mi sexo hacia
la estrella del mediodía.
Mantuve el ocaso en la mano
el minuto del encuentro del fuego y el ardor.
Fui un bosque
una mujer distante con el pelo enlazado
a la corteza áspera de un árbol
entregada a plegarias
a rezos por los pobres de espíritu.
Cuando pájaro dibujaba el aire
para dementes pasajeros que vagaban sin luz
hace siglos
milenios
se quebraba la tierra
el agua se difundía como una música
ese antiguo grabado permanece en el cuerpo y la palabra.
EL ÁNGEL DE LA SOLEDAD
Amo la oscuridad porque contiene mis delitos
ese estertor que fragua el olvido
ese abúlico despertar para morir y resistirse
la vida que cerca de espejismos mi furia
detrás de toda fosa y paroxismo
amo la oscuridad
el riesgo de soportar el orígen
que desde el primer latido me convierte en una mujer
en las tinieblas indagué el placer
hasta encontrar la luz total
detrás de la oscuridad hay una voracidad de sol
el mensaje
el exorcismo
es cavar en toda aparición hasta los signos del tiempo.
De Entendimiento de los cuerpos, 1982
ESTADO DE ALERTA
El tigre avanzaba en el corazón del sueño
noche de alimentos terrenales
y líquidos ardientes.
Sol de la lujuria
enredado en el poema del acecho. Enemigos haciendo el círculo de ceniza
atrapados en el collar de la locura
no percibían las líneas en el cielo.
Señales celestes
sortilegio de ángeles transparentes
y gatos brillantes de exterminio.
División de aguas en el ramaje del día
secretos
cuchillo atravesando el grito.
Retorno del tigre
la paloma y el ensueño.
FRAGOR DE LA LLAMA
Te convoco esta noche
con un hechizo de salvaje tempestad de corazón
inventando un lenguaje para exiliarte
¿Qué nos une?
sólo la visión mutua de una luz
en el oscuro universo del sexo
un continuo avasallamiento de un cuerpo a otro
hasta el olvido de sí
una guerra tan antigua como la palabra Dios
diferentes realezas
olvidadas razas nos acercan
es un amor en tinieblas sin principio ni fin
nacido de la noche y perpetuado
a orillas del río más secreto hay odio y llamaradas en este acercamiento
aniquilación de vehemencias y riesgos compartidos
te convoco para matar tu imagen
y devolverla al agua clara de la mansedumbre
acosada por el recuerdo de pliegues y contorsiones
del paroxismo y el grito
lejos de tu aire la invocación te trae
en la ruidosa fiesta natural de un paisaje bárbaro
el conjuro está sellado
con la magnificencia de retenerte en la distancia
para poseer en un acto de violencia lo que te pertenece.
GENERACIÓN DEL 60
Somos una tribu que quisieron dispersar
pero hicimos pequeñas alianzas
aún en torno de la locura y la zozobra
no pudieron sofocar el ímpetu de nuestra palabra
fraguada en la tiniebla de las habitaciones
cuando el miedo llamaba a la puerta.
Muchos se hundieron en vanos alcoholes
otros dieron su espalda al amor
sin embargo la tribu persiste
busca entre las estaciones
aviva la lámpara de los deseos
atisba el vuelo de una mariposa en la tarde. Quisieron contener la búsqueda de un paisaje interior
donde la creación surgía
como un antiguo universo de destellos
pero la generación de magos
poetas y trapecistas
en un circo donde el payaso llora su lenta agonía
quiebra los espejos buscando Alicias imaginadas y tenues
para desterrar la miseria y el olvido
en esta ciudad la tribu se reúne y canta
a pesar de los enemigos que tejieron una trama oscura
y sueña con una temporada que extinga el tiempo del horror.
LA DIOSA BLANCA
Soy la voz del rito que clama en mi nombre
es una ceremonia antigua
desnudos en el bosque
fuertes en el sexo
inocentes
hemos iluminado nuestro corazón con el desvelo
el gozo nos acechaba por las calles
y nos unimos en silencio.
Mi cuerpo
tu cuerpo
siento el frío de la separación
la espada que divide a los amantes.
Abro los secretos de la oscuridad
y está tu rostro
el primer hombre que avanza hacia la mujer
enciende el fuego
la abraza
y aparece el sentido.
LOS CUERPOS
Son creados para el acercamiento
y la intensa tarea de plegarse
hasta agotar todo límite
hasta hundirse en espejos y fuentes
rompiendo la tela de la memoria
indagando sus regiones
canteras oscuras que nos hacen sufrir.
Los cuerpos tienen facetas de entendimiento
riquezas escondidas en sus laberintos
contornos de un universo donde existe el olvido
poderosos organismos que surcan el espacio
únicos habitantes de un mundo de sonidos intensos
abarcando el aire de toda región
fronteras sin nombre que continúan en el viento
extraños circuitos de amor y odio
que se mezclan e intuyen su destino.
No tenemos otra cercanía que la piel
expresando a través de los cuerpos
los misterios a esclarecer
los secretos y brillos de la noche y sus fantasmas
no tenemos otra posibilidad que llegar por él
hasta el espíritu y sus cavernas
hasta el alma y sus frutos
hasta aquel que llaman Dios y se esconde en los cuerpos.
MESA FAMILIAR
Corredores oscuros
mujeres desnudas en los cuartos
olorosos de salvia y azufre.
Medianoche de ritual
los blancos manteles bordados
en la oscuridad de la espera
de un escondite de guerra.
Flores secas en las alcantarillas
el hedor del riachuelo en el ancho patio
los gatos en el enigma de la luna llena
la mesa familiar
una carta antigua en el ácido del tiempo.
MUJERES SALVAJES
He visto amor en las nervaduras del ocaso
en la mirada ardiente de mujeres salvajes
y lloré frente a una grieta oscura deseos perdidos
lloré por hermanas ardorosas que desconocen
claves de la alegría
pájaros en ramajes de árboles en llamas
vi lámparas apagadas en los cuartos
lechos donde el agua seminal grababa dibujos extraños
y la huella de los cuerpos aparecía terriblemente oscura
vi florescencias diminutas parejas reales que agudizan el oído para escuchar
las voces del amor
amantes constructores que levantan blancas paredes
gestan bellos hijos y cultivan jardines de fuego
damas melancólicas
con vestidos oscuros y tragedias
se hieren con filamentos y veo su imagen embravecida
desde mi casa brillante de papeles y felinos
observo a esas hermanas
sus signos
esperando del amor una mirada intensa
que despierte en los cuerpos la rotación del universo.
ORIENTO MI SINO HACIA LUGARES DE PASIÓN
¿Qué otra cosa
sino ser luz en la tiniebla
pájaro en las muertes cotidianas
amor en el siglo de las persecuciones?
Dame tu mano
la unión en otros sitios
nos harán huéspedes de la justicia.
OTRAS TIERRAS
He sido fiel a mis antepasados me indicaron el rumbo
del Adriático a las costas
carmesíes de España
gitanos y labriegos
adivinadores
viven en mí
ardiendo en hogueras
resistiendo
muriendo cada día
en la piel de una mariposa.
De Cuerpo imaginario, 2002
RIVALIDAD EN EL ESPEJO
Yo no te amé
fue otra
la que cava con sus manos en la ceniza de las tumbas
la que aúlla en la noche donde la sangre rueda por sus rodillas
yo no te amé
fue la que perseguiste en los espejos
cuando se escapaba en las tardes
a matar la sombra de los adversarios
hoy venís a buscarla
no la conozco
percibí alguna vez su perfume en la habitación
y supe que era hermosa y se perdía en la oscuridad
soy apenas una admiradora lejana
que alguna vez intuyó su voz en esta casa
ni siquiera puedo contarte episodios de su vida
porque esconde detrás de sus ojos un destino inaudito
que nadie tratará de indagar
la busco entre las plantas en el mercado del viento
reviso los muebles para sentir sus huellas
me baño en el mismo lugar para tratar de embellecerme
y sólo encuentro un hálito de traición
una ternura que flota y me sumerge en el olvido
yo también quisiera auscultar sus enigmas
y desterrarla de estos reinos
que me cuente de una vez todos los viajes
y esta ausencia que crece quisiera curar sus cicatrices
mirarla mientras duerme
extraerle las flores del pelo y aprender su lujuria
los ritos que me contás hace con su cuerpo
y se esconde después
yo no te amé
fue otra
esa mujer que buscarás en vano
lleva en su carne los signos de otros mundos.
TALISMANES
Un grillo cantó toda la noche
¿qué importancia tiene mi desolación?
Una mujer pasó volando junto a la ventana
¿qué silencio ofrecer a tanto enigma?
Vivir no es una palabra vana en la oscuridad
es abrir un surco
un espacio inexplicable.
De Posesión natural, 1988
VIENTO PÚRPURA
Hace unos días mi madre partió
hacia los jazmines.
Me acerco a la montaña
a los árboles frutales
al aire y al cielo
compruebo que nadie se aleja.
Siempre queda un aroma
una brisa de vida en el recuerdo.
Una lágrima rueda en el surco
lavando la pena.
Viajo hacia el territorio
de la infancia renovada en esa distancia de un tiempo
de un espacio abierto al milagro.
Allí mis padres
son gemas preciosas
matas
arbustos
mariposas.
Los veo nuevamente
y el camino se hace viento
un viento púrpura
remolino que me acerca
a los que amo.
ZONA DE LA MEMORIA
Olvidé la historia
las violencias del campo de batalla
los suicidios en mi ciudad devastada
por fantasmas de espadas asesinas
olvidé que había nacido
que tenía un cuerpo exacto para la desolación
y ojos donde se miraron alguna vez
gigantes y extranjeros.
Dejé en los bancos de ciertos jardines la razón
recuerdos de familia
olvidé la circulación de mi sangre
el camino de mis arterias
el pelo que originaba sombras.
Nada quedó
cuando fui al encuentro de tu alma.